Se te salió el conejo...
La Feria de Freaks
Ese día la Feria del Libro no fue lo mismo de siempre. No estaban las señoras paquetas, hiper perfumadas, hiper pintarrajeadas, hiper soberbias, que van a hacerse las cultas; ni los zaparrastrosos amigos que siempre rondan por esos lugares en los que venden libros de a $5 (sí, todavía existen); mucho menos eminencias pensantes (JA!) de Córdoba.
¡No! Ese día la Feria del Libro se llenó de gente muy ajena al ámbito, pero entre las que se armó una familia transitoria, todos buscabamos el confort de la unión.
Mechones rosas, anaranjados o azules en los flequillos, mucha pintura, metaleros, una embarazada que pechaba con la panza de 7 meses y se hacía la víctima si no la dejaban pasar primero, una señora que confundió a Liniers con Cisneros, hippies, viajeros, gente llena de tierra y de vida en los rostros, algunos pseudos intelectuales, estudiantes de psicología, filosofía y literatura… Un mundillo que contrastaba con la Córdoba Paqueta del centro.
Liniers entró como media hora tarde, sonriendo con esa sonrisa gigante y algo nerviosa que tienen los que aún conservan algo de gente común dentro (juro que no se parecía en nada a De Narvaez) y tan despeinado que parecía recién levantado de una siesta santiagueña.
El Flasherismo y el Sedentarismo (opciones de vida y arte)
El viaje al mundo de Liniers fue achanchado y tranquilo, como él, pero fabricó risas, con una biografía única, durante más de dos horas (el patético partido Argentina-Paraguay quedó en el olvido).
Se caracterizó como alguien sumamente sedentario, con el trabajo más insalubre del mundo: “Mi cama está a diez metros del escritorio donde trabajo, o sea, en el día hago diez metros de mi cama al escritorio, 8 metros hacia el baño, vuelvo los 8 metros, me tiro en el sillón y veo tele, como, un par de metros hacia mi escritorio y luego, 10 metros hacia mi cama”.
La pancita, el pelo despeinado y tanto dibujo de ensueño, que caracteriza a su movimiento “flasherismo”, lo explican todo.
Hablando un poco de sus obras, se reía de la gente que pensaba que iba a encontrar en sus cuadros a Enriqueta en su hamaca (la nena que viaja mucho a través de los libros que lee, amiga de Madariaga y dueña del gato negro Fellini), cuando en realidad prefiere dejar fluir seres de un mundo más bizarro y extrañamente retorcido como aquella tapa de “La Lengua Popular” que hizo a pedido especial de Andrés Calamaro.
En cuanto a su participación en el CD de este otro integrante del movimiento “flashero” (aunque más bien su personalidad es flash puro), comenzó a reírse diciendo que mientras él tiene un Premio Gardel por la tapa de La Lengua Popular, sus mejores amigos Kevin Johansen y Lisando Aristimuño aún lo están esperando.
“No se tocar la guitarra, no se cantar, pero tengo mi primer Gardel”.
El Conejo y Matt Groening
¿Qué tienen en común Matt Groening y Liniers? Que Millhouse es un personaje que identifica a Liniers con toda su niñez y su adolescencia. Sus vidas y sus relaciones con las chicas son idénticas desde los 13 a los 19 años de Ricardo, más o menos.
La cara de Conejo, ya que ambos se dibujan como Conejos. Cuando Liniers pudo conocer a Mr. Groening hablaron del tema y Ricardo le pidió que no hubiese una demanda por plagio… pero a Matt le cae demasiado bien este argentino-demente.
Por último, asi como Ricardo se queda horas firmando y haciendo dibujos en los libros de sus fanáticos, el día que ambos se conocieron Matt se encontraba haciendo 84 Barts para la sobrina de su novia (una compatriota).
Perlitas y demás que quedan sueltas
1 – Solo a un demente se le ocurre hacer a mano la tapa de la primera edición de Macanudo 6, (unos 5000 ejemplares que ya se agotaron), pero que son el caballito de batalla de Editorial Común, la editorial de Liniers y Angie (su esposa y compañera). Ese demente no podía ser otro que Ricardo Siri.
Quizás su mejor característica es ser de esas personas NO normales que andan por la vida y a la que le pasan cosas tan comunes y fantásticas, que es posible hacer una aventura gráfica de la más simple acción.
2 – Por eso, una de las nuevas integrantes de “Las verdaderas aventuras de Liniers” es Matilda, quien cambió su vida. “Trato de que no figure mucho, pero a veces es imposible. Hay cosas que son tan graciosas que no puedo evitar ponerla en algún recuadro”.
3 – Conocer a Quino fue una de las experiencias que marcó la vida de este Conejo. (“Me retan porque dicen que me dibujo más flaco como Conejo”, comentaba por ahí). “Quino es muy tímido y yo delante de él me sentía chiquitito, así que nuestras charlas no son muy extensas. Solo un saludo tímido y nada más. (…) Nunca vamos a ser grandes amigos con Quino”.
Como tenemos un espacio determinado, seguir contando lo que Ricardo habló durante dos horas con su público (ya que fue una charla informal, con risas, comentarios y preguntas de los presentes) es demasiado.
Un amigo más de la casa, un tipo simple, gracioso y extremadamente nervioso ante el público, pero que empieza a sentirse en casa cuando las risas comienzan a salir del fondo de los corazones de quienes lo escuchábamos.
Nos faltaba el mate, sentarnos en ronda y charlar con él cara a cara, para que simplemente pareciese una reunión de amigos, con gente común, freaks, metaleros y nerds.
¡La próxima te llevamos el mate y los chipás de queso!
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