Pasen y vean, que lindas tonterías, dirían ciertos indios de frac.
Frikilogía inaugura una nueva edición este recientemente frío quince de agosto, de madrugada (como siempre) y con el cerebro filtrado (también, como siempre). No podemos estar más orgullosos de nuestro chiche, aunque sin embargo podría dar un poco más de rendimiento; no somos señores regordetes de traje y anillos de diamantes. Somos una manga de vagos que es feliz con lo que tiene, con lo que produce y con el fruto de su trabajo.
El frío de agosto no solamente deja cesantes algunas actividades, sino que también se llevó con sus vientos a un gran Historietista que venía de nuestra patria; todos sabemos de quien hablamos cuando vemos a Juan Salvo caminando debajo de la nevada mortal. Agosto es un mes en el que se ven mucho las caras largas, y la nevada parece a punto de caer siempre sobre nosotros. Los Frikilólogos simplemente nos limitamos a sonreír debajo de la máscara porque, después de todo, lo que realmente vale la pena es sonreír. Y recordar.
Pásenla bien y no se excedan en el café
Cataqclismo
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