jueves, 17 de diciembre de 2009

Fórmulas: El beso Prepúber, u Ojos de Algodón de Azúcar



A veces uno trata de ser buen chico. A veces uno trata de encerrarse en su casa y ver animé popular. A veces uno trata de comprar esos tomos que edita Ivrea y que nos da un poco de asco verlos, como Virgin Crisis, El Amante Dragón, Café Diabólico y cosas por el estilo. A veces uno se hace el boludo frente al Faservice mal administrado; pero hay otras veces en que un descendiente de alemanes le hierve la sangre ante la calidad podrida de una obra que tiene delante, a veces revolea cosas por los aires y putea en el proceso, y otras veces escribe notas que no lee nadie.


Mis queridos lectores… les mentiría si les dijera que intenté hacer una nota no tan ácida. Les mentiría en la carota si les dijera que traté de mandarme por otros rumbos y, en vez de criticar casi siempre lo mismo, criticar una cosa distinta. Pero, solito, sin la menor intención, mis fuentes y los navegadores de internet arribaron a los mismos puertos de siempre. Esta nota es el fruto de todo aquello. Espero que les guste, pero solo si están dispuestos a leer un poco de lo mismo que vengo escribiendo desde hace rato.



A que carajo estás apuntando?


Es sencillo. La nota estaba basada para criticar y recomendar algunas series melosas-azucaradas, de esas que abundan hoy en día en escaparates y torrents. Pero de a poco me fui enterando de un montonazo de cosas que definitivamente no podían quedar afuera de esta nota, y de a poco, fui enganchando un poquito de todo =P

Primero, hay que decir que me (nos, creería) da un tremendo asco el consumismo y la moda irrefrenable “porque sí”. La máxima de todo Frikilólogo que se respete debería ser pensar antes de consumir una serie pedorra que está hecha para gustarnos, como un caramelo que es pura azúcar y te caria los dientes a la larga, además de generar adicción. Lo que tienen de malo esta clase de series, producidas a nivel industrial con el único fin de mover guita, es que también, a la larga te carían el cerebro y te generan una adicción tremenda.

Ojo, como siempre digo, no estoy declamando que los caramelos son una bosta. Para nada, más de uno de nosotros vivió de caramelos cuando era pibe; lo único que se necesita para disfrutarlos es la mesura necesaria, y no transformar al caramelo en un estilo de vida. Obviamente que es cuestión de gustos, pero si vos consumís azúcar y solamente azúcar, bueno… tarde o temprano tu cuerpo te va a pasar factura. Lo mismo pasa con estas series, solo que repercute por un lado menos físico y más intelectual.



Un poco de Historia. KAWAII!


Para que vean a qué me refiero, tenemos que estudiar un poquito de fenomenología sociológica-cultural de Japón de los últimos 40 años. Tranquilos, no nos vamos a comer 40 años de cronología de evolución: solamente voy a hacer un resumen relativamente rápido de lo que aprendí haciendo esta nota =P


Para ir a todo esto, primero tenemos que entender y trabajar un concepto que nos parece relativamente nuevo a nosotros, pero que tiene muchos años ya con nuestros amigos asiáticos. El término que define a todo esto es la palabra Kawaii, tomada del inglés cute (también se puede usar cute) y reutilizada para explicar un fenómeno más que interesante.


Porqué tomar la cultura Cute como látigo de azote del resto de la nota? Porque es el principal catalizador actual para esas series que se consumen a millón en todo el mundo. Ese es el porqué.

Verán, todo esto de la Cultura Cute viene desde los años 70 (algo tiene esa generación), cuando se cambió el sistema de escritura (bah, más que el sistema de escritura, la manera de plasmar la letra al papel) por los lápices mecánicos (lápiz a mina, hablando en criollo). Estos chicos tenían un trazo muchísimo más fino que el usual, por lo que las chicas (que, recuerden, solo queren divertirse) empezaron a trastornar un poco la caligrafía típica, además de agregarle dibujos y letras de nuestro abecedario latino. Todo esto hacía la escritura bastante jodida de leer, y la gran mayoría de las escuelas prohibió esta clase de escritura.



Obviamente, jamás se tiene que reprimir una cultura underground, porque, ¿que pasa entonces, mis queridos niños? Crece, y crece, y crece, y tarde o temprano termina estallando peor que antes, de una manera más o menos violenta y eufórica. Era obvio que esta clase de escritura a mano no iba a desaparecer. Además, la escritura era el rasgo más visible de un movimiento mucho más complejo y masivo que un simple intento por cambiar la caligrafía.


Durante los ochenta se hicieron estudios sociológicos al respecto (Yamane Kazuma lo clasificó como “Escritura a Mano anómala en Féminas Adolescentes”), y la escritura de este tipo empezó a parecer en cómics y manga (dos cosas distintas, eh) además de empezar aparecer en tapas de productos. Por ese entonces, esta clase de escritura empezó a ser asociada con comportamiento, aspecto y palabras infantiles, y se dio el proceso de infantilización (que alguna vez vamos a analizar a fondo y ya mencionamos antes en otras notas) de las comunidades.


Entonces sucedió el estallido con el nacimiento de un ícono de la cultura pop-cute: Hello Kitty. Y si, mis amigos, tarde o temprano alguno se iba a avivar que, si tanto les gustaba ese estilo de vida, no había mejor manera de hacer quintillones de yenes que elaborando un testaferro de plástico y cuteness. Resultado? No solo Hello Kitty, sino miles de íconos de esta cultura se alzaron. El fenómeno fue un terrible tsunami a la cultura conservadora japonesa, que no se vio indemne.




Para los noventa, este fenómeno ya estaba arraigado en Japón, y comenzó a naturalizarse en toda clase de media (animé, manga, publicidades y propaganda, merchandising, avisos oficiales del gobierno, la milicia, etc). Obviamente que el fenómeno también dejó de abarcar solamente a las adolescentes para abarcar a un público un poco mas amplio.

Hoy en día la valoración del kawaii es parte de Japón. Nippon Airways, una línea de aviación, tiene a Pikachu (si, hijos de puta, hasta en pikachu está esta porquería) pintado a un costado. Diarios de Japón tienen sus propias secciones cute, algunos distritos de policía tienen sus mascotas moe… sigo? Neh, los aburriría y me aburría yo.



FRIKILOGARIO: MOE

Moe es un término japonés que se usa para alegar e

l fanatismo que se apega a un determinado personaje, un elemento de un personaje, o algo que lo defina (pelo, ojos, ropa, manera de ser, etc.). El Término Moe es MUY vasto y tiene muchísimas aplicaciones, desde verdadero fetichismo hacia chicas de pechos grandes hasta las célebres catgirls, pasando por las senseis, las sirvientas, etc. Cualquiera que haya visto suficientes animés podrá reconocer un “personaje-moe” porque es muy trillado y aparece casi siempre igual, por más que cambien unos detalles y el nombre. Teníamos la teoría de que los japoneses crearon este término cuando se enteraron de nuestras notas de fórmulas, pero por desgracia es más antiguo >.<

Pocas veces es referido a algo de índole erótica: el moe se

transforma más hacia lo infantil, que es el origen y la raíz de todo esto, que hacia la carne de frigorífico. Pero, por supuesto, puede darse el caso.





Malditas Faldas ¬¬


El Quid de la cuestión viene de la mano de lo que a nosotros nos interesa: el manga y el animé. Ya habíamos dicho que todo el fenómeno que describimos abarcó todos los medios, y el manga y el animé, obras hechas para el consumo casi en su totalidad, obviamente que no zafaron.

Las series no se hicieron esperar, y tomando uno

s cuantos elementos románticos al azar, historias y personajes trillados casi en su totalidad, se largaron a hacer lis

tas y listas enteras de series pesadas como puchero de yeso que solamente la gente a la que le gusta ver a dos personas besarse pueden digerir. Ojo, dentro de toda la mierda cada tanto rebasa una pepita de oro, pero los casos son contados con los dedos de una mano.

Por desgracia, se nos torna un poco difícil el rastreo de las series que contienen estos elementos, porque los elementos son precisamente las herramientas y no la escencia de l

a obra. La herramienta de popularidad es una espada de doble filo jodidísima, porque no solo no tiene restricciones respecto a lo que género se dic

e, sino que se vuelve tan natural al que consume generalmente las series, que no se da cuenta hasta que se lo señalan. Fíjense: nosotros como occidentales que somos jamás nos dimos cuenta del plato de Pikachu hasta que alguien nos lo señaló. Lo vimos de entrada así y no n

os dimos cuenta cuan suavizados estaban los rasgos, y cuan infantil era la manera de ser. No obstante, uno crece, y algo de criterio crece con él =P

Creo que el género más precursor y fomentador de estas dos herramientas, que son el moe y el kawaii, es el Magical Girl o Chica Mágica en criollo, ese género donde las protagonistas son chicas, casi siempre adolescentes o prepúberes con poderes mágicos que intentan salvar al mundo de una mujer muy mala y medio fea. Hay un par de hombres / muchachos de turnos que pueden ser amantes / enemigos con tensión sexual de por medio, o personajes neutrales que también calientan a las chicas.

En el ’92 sale el animé pionero de este género, que también sentó cimientos a casi todo el resto de las series de este género: Sailor Moon



Magical Girl que salió mal... MOE MOE MOE ¬¬



Esta serie cuenta con el ojete de ser un clásico y un revolucionario, por lo que mucha crítica no le cabe. Fíjense; hay en esta serie arquetipos que se repitieron (y se repiten hasta hoy en día) en miles de series, tanto de personajes como de mecánica argumental. Además…. ESOS PUTOS UNIFORMES! DIOSES! ES TODO CULPA DE ELLAS QUE ESOS UNIFORMES SE USEN EN TODOS LADOS!

Perdón, lo tenía que decir. Ahora, más calmado, sigamos.

Creo que no hace falta decirlo, pero los noventa fueron

una década de eclosión respecto al animé y al manga, más que nada por la expansión a nivel mundial y la repercusión que tuvieron. Es durante esta década que aparecen los clásicos plateados (no dorados porque hay obras más viejas) de los que muchos de nosotros tenemos recuerdos copados, más que nada por la inocencia de quien le lavan el cerebro sin que se de cuenta.

Hay centenares de series de este tipo, y se siguen ha

ciendo. Es un género para chicas casi siempre, aunque esto no quita que un pibe lo pueda ver; uno ve lo que quiere. Casi siempre los romances son leeeeeeeeeennnnnnnnnnnnnntooooooos, porque a las chicas les gusta que el pibe las boludee, o boludear al pibe, o le generan más suspenso, y el mundo es, salvo contadísimas ocasiones, color de rosa. Las únicas crisis verdaderas son las peleas con las amigas de toda el alma de las que jamás se van a separar: inclusive salvar al mundo queda rel

egado a un segundo plano, porque no deja de ser un juego (y recuerden que todo esto gira en torno al infantilismo).





Ahora, mencioné las Magical Girls por tratarse de un género Madre, un género que dio miles de ramas y subgéneros para esta clase de productos. Hay un millón de otros géneros y otras series, pero no los voy a mencionar porque la nota se me haría demasiado larga y poco concluyente; solo voy a darles guiños de donde encontrar el kawaii y el moe (aunque están en todos los putos lugares posibles, a esta altura del partido).




Pistas para Identificar un Kawaii / Moe en una serie (ya sea Manga o animé)


-La infantilización del personaje principal hasta la exasperación

-La abundancia de animales infantilizados, además de peluches, colgantes, llaveros, mochilas… Todo con animalitos porque son cute! Awwwww :3

-EL DOS PUNTITOS TRES EN LA ESCRITURA ¬¬

-Situaciones recurrentes

-Relación o intento de relación amorosa entre dos, tres, cuatro, siete, dieciocho personajes

-No tener demasiado sentido en general

-Basarse más en la convivencia y en los personajes que en una trama trascendente

-Analizar en profundidad la colosal simpleza de lo

s personajes (como hacer un monumento a una pap

a frita: puede tener las dimensiones del empire state, pero solo es una papa que está frita)

-La insistencia

-Un poquito-mucho de fanservice

-Depende a qué público se oriente (femenino o masculino), mayor o menor cantidad de ropa

-Protagonistas mujeres para las chicas. Usualmente copadas, llenas de problemas “regulares”, con muchas muchas muchas ganas de darle un beso a un chico al que, con solo verlo, mueren. Cocinan para él SIEMPRE (aunque esto es más cultural que otra cosa)

-Protagonistas hombres para los chicos. Usualmente solitarios, medio jeropas, tienen a todas las chicas atrás pero no le dan bola a ninguna, excepto a ESA que le h

ace la vida imposible y que resulta un desafío. Eso, o el flaco es un pobre pelotudo arrastrado por la corriente.



Distinguí cual es Moe para chicas y cual para paj… digo, chicos




Esta es la Izquierda





Esta es la Derecha


Finish


Anyways, gente. Hicimos un análisis copado de todo, creo. Creo que lo principal a rescatar de esta nota es darse cuenta de que las culturas cambian, y nosotros cambiamos con ellas; además de que un poco de fanservice y moe no nos vienen mal de vez en cuando, a ninguno. A todos nos gusta tomar helado, y eso es lo que son el kawaii y el moe: el helado del animé. Pero ojo che, a no empacharse que es jodido volver después de una temporada completa lastrando helado...

Un abrazo, y espero que la nota les haya gustado y no les haya resultado densa. Y como siempre les digo, piensen antes de consumir.


Cataqclismo

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