sábado, 15 de agosto de 2009

Hanna-Barbera ! 50 Años de Infancias

Si este personaje que está junto a ustedes tiene que serle sincero, esta nota no estaba planeada para salir, ni siquiera para encarar el proyecto grandote que es ahora. Pero Con el tiempo y la lectura, me di cuenta que no dedicarle este espacio (casi obligatorio, digamos) a esta productora era una falta demasiado grave. Además, las cadenas de artículos me fascinan =P

Este mes me paré a hacer una nota de Jonny Quest, el pendejo de las aventuras de Sci-Fi y perro bulldog pelotudo. Pasaba el tiempo e iba leyendo y escribiendo, pero me detenía por curiosidad a leer más de Hanna-Barbera; tenía idea de que había producido muchos de los dibujos que, retransmitidos años después de su emisión original, habían formado un trozo jodidamente grande de mi infancia (y creería que de la de todos). De repente, me di cuenta de que la nota de Jonny Quest no estaba ganando tanto contenido como yo quería que tuviese, y también que la productora de Hanna-Barbera había hecho tanto a lo largo de tantos años, que tarde o temprano tendría que mencionarla o volver a hacer una revisión de ella.
Fue esa misma tarde, tomandome unos mates con el Hippie Cósmico y el Licantropayaso, que se me ocurrió el proyecto de hacer ésta, la cadena de cuatro notas como revisión a esta productora que tanto nos dió a lo largo de tanto tiempo... desde valores puritanos, prototipos de héroes, valores universales (y yankees) y cualquier bizarreada que se nos pueda cruzar por la cabeza.

Si hago bien mi trabajo, más de uno va a salir a comprarse una remera del Fantasma del Espacio después de esto >_>

Pero quienes fueron estos Flacos?

William Hanna y Joe Barbera se conocieron por primera vez en 1939, trabajando en la división de animación de la MGM (Metro Goldwyn Mayer). Rápidamente, y gracias a su talento, lograron sacar un buen corto (The Puss gets the Boot), que serviría como plataforma de lanzamiento a las más que populares emisiones de Tom & Jerry, de la que fueron directores y guionistas durante más de diez años. Tom & Jerry ganó gracias a su popularidad no solo longevidad en el aire (fue emitida durante 17 años, sin que se repitieran episodios), sino gracias a los 7 Premios que la Academia que les fueron otorgados a Hanna-Barbera.



En 1944, junto a un director de Animación de la Metro-Goldwyn-Mayer, fundaron Hanna-Barbera Productions, pero siguieron avocados a su tarea en la MGM. Sin embargo, cuando la MGM decide cerrar su división de animación en 1957 (creían que ya tenían suficiente background como para ganar dinero re-emitiendo shows), Hanna-Barbera Productions comienza a funcionar verdaderamente. El despido masivo de personal apto para el trabajo (toda la gente de la MGM que había quedado cesante) les dió la mano de obra que necesitaban, además de que ya llevaban casi veinte años avocados a esa clase de trabajo.
No obstante, es difícil empezar de cero con tu propia empresa, por lo que estos muchachos tuvieron que aliarse con Screen Gems, una división de Columbia, para poder producir sus obras. Es importante aclarar que acá ellos la tuvieron clara en un sentido: se avocaron a la producción de Caricaturas para Televisión , a diferencia del resto de los estudios que hacían producciones para matinees.

Acá también tengo que hacer una pausita y una aclaración para los que no hayan captado un poco lo anterior. Antes, los dibujos animados eran cortos de menos de diez minutos, que generalmente eran emitidos antes o después de películas en el cine. La televisión, cuyo apogeo no había llegado todavía, era un aparato carísimo, el último grito tecnológico, y la programación era todavía escasa y falta en condimentos. Hanna-Barbera tuvo la claridad de la visión de que la TV adoptaría un lugar todavía más importante, y comenzaron a producir las primeras caricaturas para TV. También fueron, después del iniciador de los largometrajes animados y su precursor, Walt Disney, algunos de los que apostaban por esta clase de producciones.
Es curioso pensar que la animación digital haya tenido un desarrollo parecido; cortos animados antes o después de películas, alguno que otro largometraje... hasta hoy en día, que tenemos WALL-E y Up invadiéndonos. Cómico, no? Pero sigamos

The Long and Winding Road . . .

En 1957, después de la salida de MGM y el trato con Columbia, producen The Ruff and Reddy Show, que fue emitido en diciembre de ese año. Es en 1958 cuando Hanna-Barbera empieza a despegar del suelo, produciendo uno de los precedentes de la historia del dibujo animado por televisión y uno de los clásicos dorados : The Huckleberry Hound Show no solo agradó al público, sino que fue excelente para presentar a nuevos personajes al público (digamos, Huckleberry y el Oso Yogi, principalmente). En 1960, este show gana un Emmy.
No obstante, en 1959 ya comenzaba a notarse un crecimiento muy acelerado de la apropiación del espacio televisivo por la Hanna-Barbera, afianzándose con otro éxito televisivo, de la mano de Tiro Loco McGraw (o en inglés, Quick Draw McGraw). Sin embargo, no sería hasta 1960 que la Hanna-Barbera no se aseguraría la cima con uno de los éxitos sin precedentes antes vistos. Inspirados por una sitcom del momento llamada The Honeymooners, La Hanna-Barbera crea Los Picapiedras (The Flinstones). No voy a frenarme ahora a analizarlos, porque más adelante lo haré.

Para 1963, La Hanna-Barbera ya tenía edificio propio (detalle particular: le hicieron agregar, más adelante, una Torre del mismo estilo arquitectónico que el de Los Supersónicos). En 1967 la sociedad de la Hanna-Barbera con Columbia terminó, y los muchachos terminaron vendiendo el estudio a la Teft Broadcasting, sin dejar de trabajar allí.

Los '60s fueron un constante ascenso para la H-B. Su éxito relativamente rápido en el mercado, y la relativa soledad en la televisión los hacía únicos. De esta época salieron algunos de los clásicos de la generación dorada de la animación. Entre ellos, podemos nombrar; Don Gato y su Pandilla (Top Cat, 1961-1962), Los Supersónicos (The Jetsons, 1962-1963), Jonny Quest (1964-1965), El Oso Yogi (The Yogi Bear Show, 1961-1963), El Lagarto Juancho (Wally Gator, 1962-1963), Magilla Gorila (The Magilla Gorilla Show, 1963-1967) y La Hormiga Atómica / El Inspector Ardilla (The Atom Ant/ Secret Squirrel Show 1965-1967).

También por esta época hicieron proyectos independientes para Columbia, incluyendo algunos largometrajes (The Man Called Flintstone, por ejemplo) y producciones para la televisión, como la introducción del show Hechizada (Bewitched). Un dato interesante es que, para la época en que hicieron este trabajo, las estrellas de Hechizada aparecieron por el show de Los Picapiedras... cualquiera que sea lo suficientemente fanático lo recordará >_>

El tiempo pasaba, y más de uno vio la oportunidad de hacer dinero fácil y rápido en cartoons de TV. Sin embargo, no había discusión respecto a que la H-B comandaba la dirección de la TV Animada. Los éxitos que tenían eran rotundos, y no parecían dejar de producirlos. Además, por estos años ya tenían suficiente material acumulado como para hacer los famosos re-runs (re-emisiones), así que tenían un progreso ponderado y casi asegurado. El público del que particularmente se adueñaron fue el de los sábados a la mañana, e inclusive se dedicaron específicamente a producir un tipo de caricaturas para este momento de la semana (Saturday Morning Cartoons). Este segmento produjo una nueva generación de caricaturas pues, mientras el resto de sus producciones mantenían el espíritu simplista y puro de los '50, éstas caricaturas comenzaron a, sin dejar de lado el optimismo clásico que surgía del trasfondo, transgredir un poco. Los Superhéroes eran la novedad, y la serie que continuó dió a luz a seres como El Fantasma del Espacio (Space Ghost, 1965), Frankenstein Jr. y Los Imposibles (The Impossibles, ambos de 1965), Shazzman (1967), Birdman y El trío Galáctico (The Galaxy Trio), Los Herculoides (The Herculoids), además de la versión animada del comic de Marvel, Los Cuatro Fantásticos (The Fantastic Four).

Hubo otro cambio generacional entonces, ya rayando en los '70; la gente quería otra cosa, puesto que los shows con figuras emblemáticas (casi siempre, personajes disfrazados) y, el otro problema más importante, que el público iba cambiando; los niños de ayer ya eran adolescentes que veían Archie, producida por el rival Filmfiction, y las aventuras adolescentes vendían.
La H-B respondió a esto de dos maneras. Primero que nada, lanzó un híbrido de gran éxito entre la animación y los Live Actions, con Los Banana Split (The Banana Splits Show); un show de hombres disfrazados de diferentes personajes que presentaban cortos de diez minutos o menos, obviamente animados. Aquí nacieron los célebres Autos Locos (Wacky Races, 1969).

El problema de los adolescentes fue solucionado de otra manera, y fue un problema que desarrolló gran parte de la producción de los '70s; principalmente, fue lanzado al aire en 1969 otro de los éxitos rotundos de la H-B, Scooby Doo (Scooby Doo, Where Are You?). Pero el problema persistía...

Los Segmentos!


Como venimos llegando al final de la primera parte de esta serie de artículos (uno por cada generación, voy a hacer), es hora de enumerar los grandes éxitos de la H-B y hacer una breve descripción y análisis de ellos. Me gustaría tomarme un tiempo más jodido para ellos, pero sino la nota se haría muy densa y extensa, y yo terminaría con convulsiones (otra vez >_>).
Vamos a organizar esto en dos Segmentos, los Cartoons de la Generación Dorada (hasta mitad de los '60s, mas o menos) y los de Segunda Generación, o los Superhéroes.


La Generación Dorada, o Puritanismo y Buenos Modales


Los cartoons de esta generación están caracterizados por su extrema simpleza, y la acatación a valores supremos y "buenos". Generalmente, o se trata de personajes principales que viven una serie de aventuras mas o menos buenos, mas o menos conflictivas, que los llevan a una moraleja al final de cada episodio, o bien se trata de una serie de personajes principales que repite siempre una misma rutina, alterada por un conflicto diferente cada vez. En si, no están para nada mal, y si nos ubicamos en el momento histórico son más que excepcionales. Una vez más, están orientadas a un público simplista, puesto que nunca vamos a poder buscar verdadera profundidad en ellos.

Tom & Jerry

Quién no se cagó de la risa propiamente dicho con uno de estos segmentos siendo chico, tuvo una infancia realmente rara. Realmente se me hace un poco difícil y me resulta medio tonto escribir de ellos, puesto que, como estoy seguro que son para ustedes, son casi una parte mía. No necesito describir el guion (muy simple, pero funcional: un gato y un ratón que se persiguen) ni decir que lo más original en esta clase de dibujos son las formas de golpearse y torturarse entre ellos dos, y la brutalidad (necesaria, sean sinceros) que contenía. Implícito en ese ir y venir de dos animalitos humanizados (me estoy riendo ahora, recordando escenas) había una violencia tal, que en algunas naciones europeas se prohibió su transmisión hasta luego de mucho tiempo de emitidos originalmente.
Lo otro que me quedaba de Tom & Jerry (esto lo comparten con Los Tres Chiflados) eran las onomatopeyas y los sonidos. Los ruidos de los golpes, los cortes, los gritos! Por lo que más quieran, los gritos de Tom se me van a quedar grabados para siempre, y siempre me van a poder hacer reír! Son de los mejores efectos sonoros que he oído, y lo digo conscientemente.
Anyway, que más decir de ellos? Impusieron un arquetipo de dibujos animados que fue copiado infinita cantidad de veces, además de imponerse como clásico y estereotipo del dibujo animado de por si (sino, miren la sátira de Itchy & Scratchy o Tomy y Daly). Tom & Jerry son ya un clásico de la televisión, y todos sabemos que los clásicos nunca mueren.
Nota:
Aunque Tom & Jerry no fueron producidos por Hanna-Barbera, si fueron creados por ellos: por eso los puse.

The Huckleberry Hound Show



Un Show de cortos, presentaba las aventuras del propio Huckleberry Hound (quien no lo conoce debería ser multado), un segmento con El Oso Yogi y su compañero Boo Booy el tercero con las aventuras de Pixie y Dixie, dos ratoncitos en los que se traslucía la personalidad del viejo Jerry, quienes le hacían la vida imposible a Tom... eeemm, digo, a Mr. Jinks, un gato que en su voz latina, recuerdo, tenía un acento marcado por las erres que lo hacía más cómico todavía.
Instauraron el sistema de Cortos conjuntos, o sea, un show de media hora conformado por tres segmentos de menos de diez minutos enlazados juntos, una modalidad de trabajo que sobrevive inclusive hoy en día.

Tiro Loco Mcgraw




Acompañado por su eterno compañero Pepe Trueno, este personaje sin duda alguna Quijotesco se arrastraba por el Viejo Oeste Yankee, casi un Sheriff y casi un payaso. Pepe usualmente tenía un juicio mucho más acertado que quien vendría a ser el personaje principal, y generalmente lo salvaba. Obviamente que Tiro Loco estaba orientado hacia una actitud bondados y buena, pero casi siempre era tan tonto que terminaba arruinandolo todo; precursor tambien en esta clase de sátiras, Tiro Loco se emitía en episodios de 6 minutos (4 en media hora), y sirvió más tarde para hacer una parodia al famoso héroe de Disney, El Zorro, conocido como el Relámpago (siempre destruía una guitarra sobre la cabeza del enemigo con un sonido demasiado característico como para ser olvidado)

Los Pîcapiedras




Los abuelos de los Simpsons?
Los Picapiedras comparten una característica con Tom & Jerry: la atemporalidad. No importa cuantas generaciones pasen, los Picapiedras seguirán cumpliendo con su papel de hacernos reír, ya que son la sátira de una sociedad que, si bien ha cambiado, no termina de transfigurarse lo suficiente como para que queden descuadrados. Está bien: algunos gags pueden haber perdido la gracia... pero en su mayoría, la estructura está intacta. Y si el gag no funciona, nosotros solos nos encargamos de trasladar su significancia a algo más moderno.
Muchas estrellas estuvieron "invitadas a participar" en este show, obviamente de la época. Además, hacían unas cuantas parodias que, si bien terminaban siendo recurrentes, surtían efecto. La que me viene ahora a la cabeza es la de Bonanza, que los Cartwright terminan apareciendo hacia el final del capítulo... simplemente EXCELENTE.
Creoq ue también habría que felicitar a los de doblaje de esa época. No solo nos brindaron un servicio excelente dándonos nombres que jamás olvidaremos (Pedro Picapiedras es Pedro Picapiedras, nada de Fred Flintstone; y el jefe se llama Rajuela, no me joroben), sino con los mismos sonidos y los insultos-frases que largaban entre ellos. Eran simplemente EXCELENTES!

Pedro: Enano, cara de cangrejo aplastado, creo que hemos hecho un buen negocio
Pablo: Pedro, cara de Albóndiga hinchada, estás en lo cierto.

Los Picapiedras, también como Tom & Jerry, impusieron un modelo que fue copiado demasiadas veces, y fueron precursores en su género. Sé que van a seguir encantando a generaciones por venir también, quizás no del mismo modo, pero si encantándonos.

Don Gato y su Pandilla



Un gato vagabundo que tiene un grupo de gatos que lo buscan como lider (detalle importante: pocas veces saca a relucír su valía de líder; la gran mayoría de las ocasiones, son ellos los que acuden a él), cuyas aventuras con un policía nos hacen reír. Don Gato era demasiado simplista para mi gusto, pero si he de reconocer algo es que, como la gran mayoría de las caricaturas de esta Generación Dorada, impusieron un modelo que fue reutilizada bastantes veces.
Oculta tras la cómica simple, está la estructura jerarquizada de líder-pandilla que se usó en muchos más dibujos, más o menos complejos. Pero la estética se repite: un líder que realmente no necesita reclamar su liderazgo y parece que está en esa función porque no tiene nada mejor que hacer, y alguno de estos miembros de la pandilla: alguien que tiene un miedo, es muy tímido o poco extrovertido; un personaje que tiene una tendencia a algo (a enojarse, a estornudar, a entristecerse) y un personaje mujer. Puede sonar sexista, pero casi siempre no llegan a tener un grado de profundidad demasiado complejo, digamos...

Los Supersónicos



No tengo mucho que decir de ellos; el antagonista de Los Picapiedras por línea temporal (algo así como el B'tX de Saint Seiya). En un lado tenemos cavernas, animales en vez de electrodomésticos y comportamientos un poco toscos (ah, y la abundancia de piedras); en el otro tenemos robots, automatización total y plataformas deslizantes para acceder a cualquier cosa y cualquier edificio.
Hay dos cosas que recuerdo patente de los Supersónicos: El Cross-over que hicieron con los picapiedras, y el largometraje (creo que era largometraje) de los Fantasmas de las Tres Navidades. Fuera de eso, y de personajes claves que te hacían reír, tenían la misma mecánica que los Picapiedras: rutina que se ve afectada por conflictos, cada vez más distintos.

Jonny Quest




Las aventuras de un niño carente de madre, un padre que es un genio científico, un superagente del gobierno encargado como guardaespaldas, un hermano adoptivo oriundo de la india y un cachorro de Bulldog conocido como Bandido. Las aventuras de Jonny Quest estaban caracterizadas por la complejidad de los dibujos (muy realistas, símil a cómics anteriores como Flash Gordon), los guiones (que si bien no tenían demasiada complicación, eran muy bizarros y originales) y la música, que era excelente.
Primero que nada, está la cuestión de poder comprender la fusión entre la Ciencia Ficción y la aventura de Superagentes al mejor estilo James Bond (aunque de poner a Asimov y a Fleming en una misma mesa, supongo que no pasaría gran cosa); lo que vende es la estética y algunas tendencias, y en esa época preponderaban estos dos. Después, sumémosle la intriga que por los misterios tiene el hombre, y la abundancia de mitos, habidos y por inventar, que tenemos; de ahí sale esta especie de Indiana Jones en miniatura.

El Oso Yogi, El Lagarto Juancho y Magilla Gorila







Hay una característica que comparten estos tres shows, y es ésta: estan basadas en las travesuras de tres animales humanizados, saliéndose de su propio marco y su propio entorno, intentando transgredir (aún sin saberlo) las normas impuestas; una estrella salida del Show de Huckleberry Hound (que terminó superándolo), un oso que rapta canastas de picnic del parque de Yellowstone. Clásico.
Un Cocodrilo que vivía en un pantano, que vestía corbata y sombrero (como Yogi), pero que vivía tropezándose en su lancha contra árboles, obstáculos y demás cosas. Otro Clásico.
Un Gorila que vivía en una tienda de Mascotas (de la que no podía salir, pues su dueño se enfadaba), que intentaba escaparse casi siempre por algún antojo o capricho: demasiado inocente para entender la libertad, siempre regresaba al lado de su dueño, el propietario de la tienda de mascotas. Tercer clásico

La Hormiga Atómica / El Inspector Ardilla





Acá tenemos dos casos bastante opuestos: por un lado, una Hormiga totalmente irradiada, cuyos poderes rivalizaban con cualquier oponente que podía parársele enfrente: simplemente bastaba que estuviera consciente para que eliminara, y rápidamente, a cualquiera. Sus antenas características recibían y transmitían comunicaciones :P
Por el otro lado, el Inspector Ardilla (acompañado a todos lados por su asistente, Moroco Topo, que no veía un joraca sin los lentes) era un héroe que parecía igual a la Hormiga Atómica, pero terminaba siendo un triste bufón cuando su arsenal de Gadgets fallaba. Dos clásicos perfectos.



La Segunda Generación, o Super-Héroe-Manía

Esta generación está caracterizada por la presencia y la abundancia de Superhéroes; el summum logrado, obviamente, por el hecho de hacer los Cuatro Fantásticos como serie animada. Vendían y muy bien, y desafío que algún lector me diga que no conoce por lo menos uno de los que vienen a continuación.
La crítica es la siguiente: la deficiencia en algunos detalles del dibujo (errores boludos, como la repetición de algún caracter o movimiento, o la muerte ineludible de cualquier enemigo), y la reticencia del guión. TODOS los capítulos son iguales, y tienen la misma mecánica en todos: los héroes se topan con un enemigo cualquiera, parece que le van a ganar pero de alguna manera lo despojan de su poder. Cuando parece que todo está perdido, el propio héroe o algún personaje secundario logra hacer que recupere sus poderes, y entonces el héroe derrota al villano.
Sin embargo, hay un punto excelente en esta clase de series, que es el de la variedad. No hay un enemigo igual, y cada uno es más flashero que el anterior. Recomendada para nostálgicos.

El Fantasma del Espacio



Spaaaaaaaaaace Ghooooost! Un encapuchado misteriosísimo que tiene a dos chicos y un mono con él. Usan un sistema de comunicaciones muy característico, que es el de tocar el broche con el signo del fantasma para hablarse, y navegan por el cosmos sin motivo aparente: a lo largo de su camino se topan con los peores entes y lo más bizarros enemigos; algunos odian al fantasma por peleas previas, otros simplemente se defienden. Las autoridades (del cosmos?) a veces piden la ayuda del Fantasma, pero son pocas las veces que eso pasa. Tanto los chicos que lo acompañan, como el fantasma y el mono pueden hacerse invisibles.
Pero le verdadera fruta de este personaje eran sus muñequeras. Muñequeras terribles, de orígen y factura desconocidos, poseen tres botones solamente pero... Oh Caramba! Tiene más de doscientos rayos distintos (obviamente, uno para cada ocasión). Creo que me voy a hacer una remera de este dibujo.

Frankestein Jr. y Los Imposibles




Me acuerdo de estos dos y me río... obvias sátiras de los Super-héroes, Frankesntein Jr y Los Imposibles, cada uno por su lado, eran uno de los dibujos que más me agradaban.
Frankenstein Jr. era un dibujo previsible, pero bizarro por su simpleza y los comentarios de los personajes. Frankenstein Jr. era, precisamente, una construcción cuasi-robótica, gigante y colosal, cuya fuerza no podía compararse con otra del universo. Recuerdo que tenía un parentesco con la electricidad y una dependencia de recargar su poder muy grande.
Los Imposibles (precursores de Josie y las Gatimelódicas, en cierto sentido) eran un conjunto musical de tres muchachos que poseían superpoderes bastantes raros: uno podía rebotar como un resorte (literalmente, sus brazos y piernas eran resortes), otro podía transformarse en líquidos y el tercero podía multiplicarse. Siempre, pero SIEMPRE al final de cada episodio tocaban la misma pegadiza canción.

Shazzan



Simple, exótico, vendible. Shazzan seguía las aventuras de dos pendejos (cuyos nombres escapan a mi memoria) que vaiajaban por un mundo árabe montados en un camello volador. Siempre terminaban en dificultades, y ahí era cuando convocaban a Shazzan, un genio cuyos poderes, obviamente, no tenían límite. La única manera de dificultarles un poco el mambo era impedirles que lo convocaran, porque una vez que estaba presente, Shazzan ganaba el partido, sin excepeciones.

Birdman y El Trío Galáctico






Creo que Birdman no merece presentaciones, pero el Trío Galáctico si. En realidad, ambos son como la clara y la yema de ese huevo llamdo El Fantasma del Espacio, pues ambos son herederos de él y poseen muchas características similares.
Primero, Birdman, una suerte de hombre-halcón enmascarado, cuya fuente de poder radica en la energía del sol (onda superman, pero más triste). Tiene poderes tales como un escudo que puede repeler cualquier ataque, y rayos que puede despedir de muchos lugares. Vive en un emplazamiento secreto, en el cráter de un volcán inactivo, junto a su halcón mascota, y siempre es reclamado por una alta figura militar tuerta (no recuerdo el nombre, pero también fumaba pipa). La única manera de derrotar a Birdman era alejarlo del sol, pero siempre, ya fuera por esfuerzo propio o por su compañero Halcón, terminaba volando a la luz del sol otra vez (les suena? Muñequera... digo, Sol-dependiente?)
Segundo, el Trío Galáctico, tres aventureros que recorren el cosmos (holaaaaa?) sin razón aparente y que se encuentran y enfrentan a los enemigos-amigos mas bizarros del universo. También ayudan a las autoridades, pero son contadas las ocasiones. De los poderes: recuerdo que uno podía licuarse en forma gaseosa; otro, podía agrandar sus extremidades cuanto deseara (lo que o transformaba en un gigante potencial) y la tercera, la chica del grupo, podía volar y lanzar rayos (de naturaleza desconocida, obviamente).

Los Herculoides



Mas de lo mismo? Una familia que vivía en armonía en un planeta cn una serie de mascotas bizarras. Vestidos casi como sumerios, sus únicas armas eran unas hondas bastante raras. Su planeta era muy visitado por gente que, casi siempre, era de naturaleza bastante hostil, y a pesar de que no deseaban pelear, terminaban enfrentandose a todo.< style="font-style: italic;">

Los Cuatro Fantásticos



De la serie de comics de Marvel salen los cuatro fantásticos. Creo que nadie de acá NO los conoce, pero hay que hacer la descripción correspondiente. Un grupo de científicos es irradiado con radiación cósmica durante un viaje al espacio, después de lo cual quedan dotados de poderes extraños: Reed Richards (el Doc, a.k.a. Mr. Fantástico) queda dotado de una elasticidad inhumana, Susan Storm (su esposa) puede hacerse invisible y crear campos de fuerza a voluntad; Johnny Storm queda transformado en la famosísima Antorcha Humana, pudiendo encender su cuerpo a voluntad, y Ben Grimm queda transformado en un humanoide rocoso (a.k.a. La Cosa), de fuerza y resistencias increíbles. Tienen una galería de villanos muy nutrida, pero la mecánica de la serie televisiva le quitó algo de la complejidad argumental que tenía el comic original. La perla de la serie: la música del segmento de presentación, con cuerdas excelentes.

Los Banana Split - Los Autos Locos





Siempre detesté los shows para chicos que tenían gente grande como conductores, sobre todo crecés lo suficiente como para darte cuenta de que lo hacían para complacerte y para caer bien a la mayoría del público. Los Banana Split solamente la zafaban por estar disfrazados (no se les podía ver las caras), y por el cierto grado de Bizarrés-Psicodelia que tenían encima (el set recordaba muchísimo al Submarino Amarillo, si saben a qué me refiero).
Igualmente, la perla de este programa eran los Autos Locos, y los de doblaje acertaron y muy bien al ponerle Locos. Si hablamos de personajes bizarros, hablamos de Autos Locos, y no hay uno que zafe. Los Diez autos son, en orden de número:
-El Super Ferrari (00); El duo comandado por Pierre Nodoyuna y su perro Patán (que son lo más cercano a protagonistas), son también los malos de la historia en esta competencia eterna. Suelen invertir más tiempo en colocar trampas que en correr, lo cual los suele llevar a la ruina. Las voces son excelentes, y el hecho de que el apellido de Pierre sea NO DOY UNA marca su destino. Arquetipo de malo
-El Rocomovil (01); manejado por los hermanos Macana, dos cavernícolas del mismo diseño que el tío Cosa de los Locos Addams, suelen reparar su auto en medio de la carrera a puros macanazos e inclusive aumentar la velocidad de su motor con el mismo método. Prototipos del Capitán Cavernícola
-El Espantomovil (02); manejado por una pareja de hombres-monstruos, el Espantomovil posee un pequeño campanario, aunque también recuerda al diseño de un coche fúnebre. Tiene muchos fantasmas y monstruos rondando dentro, y un pequeño dragón que está en el campanario. Gracias al dragón es que puede volar pequeños trechos.
-El Auto Superconvertible (03); manejado por el Profesor Locovitch, el Superconvertible es inicialmente un barco con ruedas, pero el Profesor puede transformarlo en casi cualquier cosa. Es quien ayuda al resto a sobrepasar los obstáculos que deja Pierre a lo largo de la carrera.
-El Stuka Rakuda (04); manejado por el Barón Hans Fritz, el Stuka es una reliquia de la aviación; tanto, que ya no puede volar durante demasiado tiempo. El Barón también es un as de la aviación, y puede hacerlo volar durante breves trechos, como para adelantar a uno o varios competidores. No obstante, el Stuka suele perder el control debido a su antigüedad: la estabilidad no está entre sus cualidades.
-El Pussycat Compact (05); manejado por Penélope Glamour, una damicela en apuros, es un auto totalmente rosa lleno de accesorios maquilladores y de higiene personal. Tales accesorios usualmente fallan, haciendo que se les complique el tramo al resto de los competidores. Tiene un romance secreto con Pedro Bello, pero siempre que está en apuros pide ayuda a cualquiera que pueda darle una mano. Una perfecta inútil.
-El Super Chatarra Especial (06); manejado por un Sargento y un Soldado, es un híbrido rarísimo entre tanque, Bulldozer y un auto común. Usualmente se comportan de manera caballeresca, pero a la hora de ganar no dudan de hacer funcionar los accesorios del tanque, de ser necesario.
-La Antigualla Blindada (07); manejado por Mafio y sus pandilleros (de la Mafia del Hormiguero), un antiguo Sedán negro de los años '20. Son siete gangsters pequeños con siete características distintas (que son mejor desarrolladas y vistas en Los Peligros de Penélope), usualmente confundidos con mafiosos de verdad por la ley. Su mejor técnica de avance en la carrera es auqella en que cargan el auto y avanzan con la fuerza de sus propias piernas.
-El Alambique Veloz (08), manejado por el granjero Lucas y un Oso Miedoso, es un rudimentario vagón de madera impulsado por una estufa de carbón que recuerda lejanamente a una salamandra. Lucas usa técnicas muy rudimentarias, y el miedo de su Oso muchas veces le juega en contra.
-El Superheterodino (09), un típico y clásico auto de carreras manejado por Pedro Bello, quien prefiere ayudar y confortar a Penélope a ganar la carrera. El auto en sí es rápido, pero jodidamente frágil, por lo que siempre se rompe en la carrera, a pesar de que Pedro diga que es totalmente resistente.
-El Troncoswagen (10), el último auto, manejado por un leñador y su castor, está conformado por trozos de troncos y sus ruedas son sierras. Leñadores como son, están dispuestos a pasar como sea hasta la meta, y con las sierras que poseen son capaces de cortar casi cualquier cosa, inclusive sus rivales (ha pasado más de una vez)





Hasta acá llegamos hoy... más que nada, porque la Meganota esta tiene cuatro partes, y prefiero dejar material para la próxima. Hanna-Barbera nos ilustró durante cinco generaciones, así que si o si nos los vamos a seguir encontrando más adelante... esto es solo el comienzo =P

Un saludo, me voy a ver Los Autos Locos y a descansar un poquito


Cataqclismo

2 comentarios:

  1. Muy buen comentario, pero en la parte de los Autos Locos, te faltó el auto 00, el Súper Ferrari de Pierre Nodoyuna y Patán, que conducían en dicha serie antes de tener una caricatura propia en la que cambiarían el auto por aviones.

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  2. PD.: Perdón... retiro mi comentario anterior, no había visto bien los comentarios, como estaba todo escrito junto, y con muy poco espacio entre párrfos, me era difícil leer bien.

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