miércoles, 15 de junio de 2011

Crack Bang Boom / 2



Todo por dos Pesos

Yendo al punto en el que una convención correctamente autodenominada de Historieta Internacional dure cuatro días sin interrupción y sin un punto de más, podemos especular un par de cosas de más, o un par de menos. En primer lugar, confirmar que la Historieta no está ni muerta ni agonizante, ni mucho menos pronta a la desaparición. Todo lo contrario: confirmando la asistencia de nueve mil ingresantes según las cifras oficiales se puede juzgar que estamos viviendo la efervescencia de un nuevo ciclo de las comunidades. Y fuera de que esta sea una secuela, el estado esté poniendo plata para organización y lugares u otros detalles que pueden facilitar el armado o diagramado de un evento de este calibre, no podemos dejar de lado las pruebas increíblemente concretas. Señoras, Señores, esta es la nota de Frikilogía respecto al Crack Bang
Boom 2, ese evento que parece haber echado el ancla en Rosario desde el año pasado... o, en realidad, desde las secciones del Entrecuadros, allá por el 2009.

No creemos (creo, como cronista aficionado) que le dediquemos el espacio necesario que este evento se merece, en primer lugar por disposiciones físicas (de espacio virtual) y de tiempo, como siempre. Pero lo que se puede intentar hacer es el resumen perfecto, o atentar a que la gente que no pudo venir, o que vino y la pasó bien, pueda reconocerse en las palabras del cronista. Después de todo, para eso están las notas =P

El Crack Bang Boom vio por primera vez la luz del día en Julio del año pasado (CHECKEAR), como convención internacional de comics, historietas y demáses. Como por cuestiones de capital humano Frikilogía no pudo ir, ese año pasado quedó exento de nota. En realidad, veníamos siguiendo los ciclos impulsados por Juan Angel Szama, quien empezó con la iniciativa al gestar el Entrecuadros, una suerte de entrevista abierta o charla de café con autores locales. El ciclo, fuera de distar de poca difusión y poca asistencia, sentó la base perfecta para un evento como el Crack. Cuando hubo que anexar stands, eventos y charlas, el formato base ya estaba bien plateado de antes.

Yendo a ojo de buen cubero, y a tratar de admirar la gran fotografía y no eventos particulares, este fue un evento de putísima madre, pasándole el trapo (para bien, no para mal) a los viejos Leyendas, organizados también por la municipalidad y suspendido en el 2008. Pero en parte gracias a la iniciativa de gente como Juan Angel Szama o Eduardo Risso, excelente dibujante local, y por otro lado por la pujante salida de eventos de este tipo (obviamente orientados más hacia la temática oriental que otra cosa, pero bueh), se ve que la gente de la municipalidad empezó a notar que había un vacío que llenar, un espacio que rellenar con mampostería. Y la gente del CEC, firme como talón de oso (como siempre) se puso las pilas y brindó el espacio básico.

No vamos a hacer la lista con eventos, cronogramas y charlas; nos basamos en un lector fundado que o bien asistió, o bien puede clickear en el link correspondiente al blog de la Crack Bang Boom como para chequear qué pasó. Y sí, pasó todo, sin excepción de nada y cronometrado con la exactitud de un reloj atómico. A lo que nos vamos a referir es a los puntos fuertes que tuvo este Crack, para que puedan rescatarse estas cosas y se pueda admirar un toque más lo que fue y lo que es la Historieta y la comunidad en sí.

Primero que nada, aplaudo la inciativa de los organizadores (y los respectivos centros culturales) que no resumió todas las actividades en un solo lugar, como por desgracia se acostumbra en estos eventos. El Crack Bang Boom no solamente estaba localizado en el CEC, sino también en el Galpón 11, el Centro Cultural Bernardino Rivadavia, la Sala Lavardén (que ostento y ostenta la muestra “Nos tocó Hacer Reir”, respecto al humor gráfico nacional) y el Café del Cine el Cairo, además de sus correspondientes salas. El hecho de ampliar los horizontes de la localización no solo da mas alcance a las personas, sino que ensancha y conecta el horizonte propio de la comunidad, además de sentar un buen precedente para nuestra ciudad.

Segundo, la cantidad de stands y la convocatoria que tuvo este evento era sinceramente abrumadora. Las exposiciones de obras de Enrique Breccia, junto a las del Homenajeado de este Crack, Oswal, eran excelentes; además, el detalle de las esculturas de Martín Canale fue sencillamente excelente. No había un solo espacio desaprovechado, y sin embargo tampoco se estaba apretado o se aglomeraba la gente. Todo fluía y había espacio para todos, porque todo era interesante. Otro detalle más que rescatamos es el hecho de los artistas que se prestaron a darle una mano con los paneles a la gente del CEC, pintando originales que preceden al Crack Bang Boom anterior y a éste (se podían admirar dibujos de, por ejemplo, Gustavo Sala y Lucas Varela).

La cantidad de artistas invitados y la gente que se reunía alrededor, las clínicas de Aproximación a la Escultura (de Martín Canale) Guión (a cargo de Diego Agrimbau), Coloreo (Ariel Olivetti) e Historieta Integral (Eduardo Risso) y el resto de los detalles como, por ejemplo, brindar focos de atención dedicados a diferente clases de actividades fue sencillamente genial. Si tenías ganas de ver arte e historieta, lo hacías; si tenías ganas de comprar cosas de oferta o dedicarle tiempo a los stands independientes, lo hacías; si solamente querías ver cosplays, comer algo y ver a artistas dibujando en vivo, también lo hacías.

Respecto a las Presentaciones en Vivo, o Las Entrevistas

Primer día, con C.B. Cebulski, traducido por Andrés Accorsi (Comiqueando), fue excelente a la hora de dejar en claro que clase de cosas se busca, como se trabaja en una editorial mundial como es la Marvel y cuales son los errores más comunes; seguido por el Homenaje a Oswal, un historietista argentino con más de cincuenta años de experiencia contándonos anécdotas, reseñas y contestando preguntas, sumado al elogio general y la asistencia de mucho público de más de cuarenta años que simplemente quería darle las gracias con lágrimas en los ojos.

Segundo día, impecable organización y un creciente volumen de gente, se destacaron las presentaciones de Editorial Pelotazo (hacen falta más editoriales así, la verdad) y la charla en la Sala Lavardén con Enrique Breccia ; lo único que, a pesar de ser previsible, no agradó al oído del cronista, fue el hecho de que saliera la veta politizada de la conversación con las acotaciones respecto al Sueñero, pero no se puede hacer nada para evitarlo.

El tercer día fue simplemente excelente, aunque me gustaría poner al tercer y al cuarto día en una sola bolsa, pues al ser el fin de semana fueron los días que más concentración de gente tuvo. Durante el tercer día se destacaron, a nuestros ojos, la presentación del libro “De Amor, de Locura y de Muerte”, de Editorial Pictus, respecto a la obra casi homónima de Horacio Quiroga; el mix de estilos artísticos y la rápida adaptación al público (y a las historias) nos dieron ganas de seguir teniendo un poquito más de charla, o de comprar una edición que se agotó ni bien terminó la charla. También tuvimos a Pablo de Santis y a Diego Agrimbau dando una conversación bastante bien marcada por la experiencia respecto al arte de guionar. Coronando la noche del tercer día, el esperado y bien merecido homenaje al recientemente fallecido Carlos Trillo, con la presencia de Eduardo Risso, Laura Vázquez, Lucas Varela, Diego Agrimbau y amigos, pues más de uno se sumó entre anécdotas geniales que, estamos seguros, le encantaron a Carlos.

El Cuarto día, y siendo domingo, fue un Caos en toda su magnitud, desde la gente cosplayeada hasta las familias enteras, los transeúntes que por cinco pesos podían pasar (y pasaban!), las conversaciones con Gustavo Sala (que te firmaba las tetas en el stand de Llanto de Mudo Ediciones a las 19), Lucas Varela, Max Cachimba y Diego Parés; además de las presentaciones y firmas de Salvador Sanz, Max y Sebastian Fiumara, Rodolfo Migliari y José Villarubia, un afamado colaborador de Alan Moore.

Recuerdos, Frases y Momentos (Polaroids)

Obviamente, y teniendo a tanta gente grande (no de edad, de talla profesional) nos quedan varias frases en la cabeza y varias anécdotas que podemos rescatar. Como el cronista escribiente no cuenta con los medios tecnológicos como para hacer grabaciones de ese calibre, va a reproducir, más o menos en las mismas palabras, los discursos que queremos recordar en estos momentos:

-Usted cree que la Historieta es un Arte?-

-La Historieta es un Arte si quien la hace es un Artista-

Enrique Breccia, charla en la Sala Lavardén

-Yo era Radical, pero después de leer el Sueñero me hice Peronista-

-Te felicito-

Enrique Breccia, charla en la Sala Lavardén

-Yo creo que en un cuadrito de historieta no tiene que sobrar ni falta un solo punto. Y creo que en la síntesis de la historieta puedo rescatar dos cosas que siempre uno: Magia y Poesía. Magia, porque esos cuadros inmóviles realmente se mueven, y porque los personajes son más que solo eso. Y Poesía, porque tiene que tener las palabras justas, ninguna de más y ninguna de menos-

Oswal, homenaje en el Café del CEC

-(…) Por diversos motivos, Sonoman no podía enamorarse. Entonces mandé a Sonoman a un planeta donde había una Reina y una Princesa; la Princesa se llamaba Servela (que lo saqué de Ser Bella) y tenía largas conversaciones con Sonoman. Ese planeta tenía dos lunas y recuerdo haber hecho un cuadro donde estaban ambos enfrentados, con las dos lunas juntas de fondo. Cuando todo parecía llegar a su clímax, la Reina muere, y Servela tiene que asumir como Reina; pero en ese planeta, se cumplía una regla que era que, cuando alguien asumía a Reina, tenía que callarse y no decir nunca más una palabra, para no equivocarse… (…) Esto lo publiqué en la época de Onganía, si mal no recuerdo-

Oswal, homenaje en el Café del CEC

-Trillo tenía una cualidad. La gran mayoría de los Historietistas argentinos o bien se ponían a favor o en contra del gobierno de turno. Trillo tenía el alma… casi punk de que siempre estaba en contra la autoridad. Me corrijo; a Trillo no le importaba la autoridad. Se ve claramente en las Puertitas del Señor López; todo lo que representa, y todos los palos que reparte por igual-

Diego Agrimbau, Homenaje a Carlos Trillo, Café del CEC

-Trillo era torturador. Recuerdo patente el hecho de recibir un mail, habiéndome atrasado apenas dos o tres días para terminar los dibujos, en el que solamente adjuntaba una imagen colosal, totalmente negra, con un puntito blanco en el medio y el epígrafe que decía “sos una luz que se aleja…”-

Como redondeando, y para esta pobre nota del Crack Bang Boom, puedo decir que nos faltaron pilas, pero el evento en sí fue tan apabullante e integral que nos dejó (me dejó) sentado de culo. Con el debido respeto a estos Maestros de la Historieta que organizaron su fiesta y nos invitaron a participar, nos sacamos el sombrero por la eficacia, la buena organización y la excelente iniciativa. Ah, y decir que el hecho de que la Harley Quinn ganara el concurso de cosplay era una de las cosas más acertadas para poder hacer.

Un abrazo y nos leemos en el próximo Frikieventos.

Nota: Dentro de la próxima semana vamos a editar la nota con las fotos correspondientes.

Cataqclismo

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