martes, 15 de septiembre de 2009

Hanna-Barbera ! 50 años de Infancias (II) : Generación 70-80

A través del mes se iba acercando la fecha de la publicación de la Gacetilla, y poco a poco me iba postergando a mi mismo la redacción de esta nota, diciéndome “Me cago en el día en que se me cruzó por la cabeza hacer una serie de notas de Hanna-Barbera”. Pero bue, vamos a lo que nos avoca y dejemos de molestarnos mutuamente con estas tonterías (estoy escuchando Sinatra y, realmente, Frankie no me sirve para escribir)


A ver, donde nos habíamos quedado?


Retomando gente: son los locos años ’70, Hanna-Barbera salió desde las tinieblas de Tom & Jerry en la MGM, hacia la inseguridad de la empresa propia. Logrando el éxito con creces después de tres décadas desde que empezaran a trabajar como animadores, ahora estaban parados entre la pseudo-competencia de otras cadenas de animación por televisión y las pocas ganas de producir (ya se habrán dado cuenta en el hecho de que reeditaron caricaturas viejas e inventaron licuados horrorosos de cross-overs propios de japoneses).


Acá, pisando los ’70, después de que Hanna-Barbera se hubiera puesto tranquilo en una cima que nadie se había atrevido a reclamar (la animación en la televisión), es donde la competencia realmente seria comienza a salir, puesto que, literalmente, no había nada en el mercado que no fuera tocado por ellos.


Ya habíamos hablado de los Superhéroes como respuesta a un intento de competencia y del monopolio de los Sábados a la mañana. Acá, en los ¡70, Hanna-Barbera tuvo otro incipiente competidor, una competencia que desde los comics se había hecho camino hacia la animación para el público. Si consideramos todo el mercado que abarcaba ya la empresa, podríamos decir que fue más una muestra de ambición que otra cosa, pero no sería del todo cierto….

Hablo de Archie, mis amigos, esa serie que apelaba a los adolescentes actuales y a caricaturizar todas las situaciones con las que ellos pudieran llegar a identificarse. Hablamos de los locos años ’70, hablamos de hipismo, hablamos de go-go. Hablamos de Sexo, drogas y Rock & Roll, y Archie era un ariete de puritanismo golpeando a la gente en su punto más rebelde.


Hanna-Barbera consideró que si Archie vendía tanto con una fórmula tan sencilla y fácil, ellos podrían hacer lo mismo con alguna de sus múltiples series recién nacidas; pero, por supuesto, Hanna-Barbera podía hacer algo mucho más que copiar un modelo. Y le agregó un elemento aún más atrayente: el misterio. Y así nació la Generación de Cuatro Muchachos y Un Perro, o la Generación Scooby-Doo.


Con una serie de animaciones que seguían los mismos lineamientos generales (adolescentes, una mascota bizarra, misterios o conflictos aún más bizarros, psicodelia), Hanna-Barbera volvió a triunfar de nuevo en los ratings. De estos años son, por supuesto, Scooby-Doo, where are you? (’69), Josie and the Pussycats (‘70-‘72), The Funky Phantom (’71-’72), Speed Buggy (’73-’74), Clue Club (’76-’78), Jabberjaws (’76-’77).


Hanna-Barbera, después de la “invención” de estos shows, cae en un conformismo del que no saldrá hasta más adelante. En esta generación edita también un show cuyo astro central era Scooby-Doo (creo que es al pedo aclarar quien es, a esta altura del partido), llamado Laff-a-lympics (’77), rodeándolo de estrellas propias del shows y de otros shows de HB, como invitados o fijos. El show en si consistía en una sátira para chicos de las Olimpiadas, nada más y nada menos, y podemos ver acá un esbozo de HB con lucrar de nuevo con la competencia divertida, como lo venía haciendo ya con Wacky Races (Los Autos Locos).

El abismo se va cerrando a medida que pasa el tiempo, y solamente sacan pocos títulos originales ( volviendo a temas que habían funcionado antes, con títulos como Hong Kong Phooey, Super Friends, Harlem Globbertrotters, Valley of Dinosaurs, Godzilla), acompañados de unas cuantas reediciones de shows viejos (Popeye, Tom & Jerry) junto a la reutilización de viejos personajes de otras series (Captain Caveman and Son, sacado de los Autos Locos; The Pebbles and Bamm-Bamm Show, The Fred and Barney Show).


Así, nos quedamos por primera vez con un relativo stand-by , mientras el estudio factura como nunca las regalías de ahora ya casi cuatro generaciones de animación y venta indiscriminada, violenta y rápida. HB tenía, por ese entonces, casi la supremacía respecto a ese mercado del que, repetimos, se había hecho Rey. La cuestión es, qué hacer ahora que alcanzamos la cima? O mejor, cómo mantenernos ahí?


La Crítica Setentosa


Mientras tanto, las dos últimas décadas habían despertado a varios estudios al campo de la animación, convocando a excelentes profesionales de la rama a competir con HB. Por supuesto, no todos compartían su punto de vista, y aquí radica un poco lo que era la sana competencia y la variedad de estilos.

Chuck Jones, un excelente animador que había trabajado para HB y para la Warner Bros. , se refirió a la escasez de fotogramas de los cortos de diez minutos, tan propios de HB. Verán, era una política propia de ellos la de animar lo menos posible y concentrarse más en los efectos de sonido; de ahí que se refiriera como “Radio Ilustrada”.

El ahorro de animación trajo una consecuencia mala y una buena. La mala es, precisamente, que la poca animación decrece marcadamente la calidad del corto propiamente dicho. Con esta técnica, mientras otros hacían cortos de diez minutos en 26.000 fotogramas, ellos lo hacían con 1.200, animando solo partes específicas del cuerpo. Además, aquí se generó la famosísima técnica de repetición de fondos en secuencias de movimiento continuo (huídas, carreras, etc.), y uno puede notar la grosera falta de animación si pone la suficiente atención.

La excelente calidad sonora de los efectos de HB es el punto más fuerte de todos. Además de las típicas Orquestas y las Big Bands contratadas para sonorizar los openings y los endings, la HB tenía una legión de especialistas de sonido que hacían toda clase de efectos que podían generar tanto risa como suspenso. Cualquiera de nosotros podrá recordar, por ejemplo, los sonidos particulares de Tom & Jerry o de Los Picapiedras.

Además, los actores vocales contratados eran seleccionados especialmente para llegar a la encarnación del personaje debido. Creo que los casos más específicos para demostrar mi punto son las voces de Mandibulín y Scooby-Doo, tanto en su original inglés como en el genial y clásico doblaje latino.

Volviendo a la crítica de esa época, un vocero de la Walt Disney Company declaró que jamás habían considerado a la HB como un competidor; no obstante, y al contrario de lo que se declaró, la HB era la empresa de este tipo que más animadores contrataba, y, asimismo, la que más gente buscaba entre las nóminas del propio Disney.


Los Segmentos!


Y bueno, llegó la etapa de la nota de segmentos, a ver qué podemos decir de estos shows a lo largo del tiempo…

Este único Segmento, de esta Generación, vamos a bautizarlo como Generación Pendejo, o Cuatro chicos y un Perro.


Generación Pendejo


Característica principal de esta generación: la invención de la fórmula antes mencionada, la del grupo resuelve-misterios con una mascota bizarra. Además, decidí llamarla Generación Pendejo por el hecho de que reeditar shows viejos puede llegar a sonar muy a pendejo estúpido, o muy gesto de pendejo pajero.


Josie and the Pussycats (1970–1974, CBS)




No hay demasiado que agregar, exceptuando que cambiaba en un ligero detalle esta serie: las protagonistas eran mujeres, y eran miembros de una banda. Show muy psicodélico, plagado de elementos de la época (la estética remarca mucho), una enemiga-bufón de turno y otros elementos variados. No era un mal show, pero rayaba en el simplismo común de la época, además de que, como la gran mayoría de estos shows, seguían una mecánica general que se repetía hasta el hartazgo (para más información respecto a la mecánica de hacer shows, ver la serie de artículos de nombre Fórmulas).


Harlem Globetrotters (1970–1972, CBS)






The Pebbles and Bamm-Bamm Show (1971–1972, CBS)




Y dale con los adolescentes… Miren el video y dense cuenta solos >_>


Super Friends (1973–1986, ABC)




Quien no vio nunca los Super Amigos cuando era pibe? De acá salieron todas las variantes y las continuaciones, aquellas que contenían tanto a los tristemente célebres Gemelos Fantásticos, como a la Legión de Super Villanos (Salomón quiere uno también!). Nótese estas series, porque más adelante, y con un nuevo movimiento de animadores y artistas originales, tendrán un resurgimiento importante.


Hong Kong Phooey (1974–1975, ABC)




Se repite la mecánica del Inspector Ardilla o la Hormiga Atómica; un héroe bizarro y gracioso, bueno hasta la médula, con villanos patéticos y relativamente copados. Todo un éxito.


Valley of the Dinosaurs (1974–1975, CBS)




Acá se tiende a otra salida, la de los dinosaurios (que siempre fascinan a los chicos), problemas de estética Prehistórica, sobrevivir… no es difícil saber porqué este show salió al aire.


Jabberjaw (1976–1977, ABC)




El más bizarro y el más clásico exponente de esta generación y de este género. Quien no recuerda la voz chillona de Mandibulín debería internarse ya mismo a limar esas horas perdidas de la infancia. Simplemente, sin desperdicio y sin asco: Psicodelia, tiburones aniñados y bobalicones, pendejos que estaban de paso, robots, ciencia ficción plástica y rock and roll.


Captain Caveman (1977–1980, ABC)




Personaje robado de Los Autos Locos (la estética es de los Hermanos Macana), adaptado a una serie de misterios rodeado de adolescentes. Sigue exactamente la misma mecánica que antes.


Scooby's All-Star Laff-A-Lympics (1977–1979, ABC)




Como un sábado a la tarde de Kermese para los yankees, este show era reciclar personajes viejos haciendo competencias, para que todos puedan reírse y pasarla bien. O sea, el show era el interior de un pastel.


Godzilla (1978–1980, NBC)




Una serie muy buena para los amantes del género de cine (horror-terror-cine catástrofe), y para los chicos a los que les gustan los dinosaurios y los monstruos gigantes. Uno de los abuelos de los Power-Rangers, Godzilla narraba las bizarras aventuras de un grupo que se enfrentaban a monstruos bizarros y que, cuando se les ponía complicado, llamaban a Godzilla quien, como en las películas, derrotaba al malo de turno y se alejaba sereno.


Eso es todo por hoy gente, nos veremos la próxima en Hanna-Barbera! 50 años de infancias.

Cataqclismo

1 comentario:

  1. "¡Cuántos recuerdos!"(Daniel Rabinovich)Qué valioso laburo! Seguí con la research, man. +++!

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